JENGIBRE CONFITADO O JENGIBRE GARRAPIÑADO
Si nunca has probado el jengibre seguro que te sorprenderá su sabor ligeramente picante, pero poco a poco te irás haciendo a su toque especial y podrás beneficiarte de sus maravillosas propiedades. Por si no lo sabes el jengibre es una planta que lleva utilizándose más de 5000 años como medicina tradicional en China y en la India. Esto es debido a que se trata de un anti inflamatorio natural que nos ayuda a combatir enfermedades respiratorias, así como artrosis y problemas digestivos. Además, es rico en aceites esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos los cuales tienen efectos beneficiosos para aliviar el malestar gástrico, mejorar dolores menstruales, migrañas, etc.
Las única contraindicación que genera su consumo es la elevación de la temperatura corporal, por lo que no se recomienda a pacientes con fiebre. Así que si quieres gozar estos beneficios no dudes incluir el jengibre en tu dieta.
Ya sabes que si tienes alguna duda para hacer esta receta, me lo puedes decir en los comentarios y te contestaré lo más rápido posible. Y si te ha gustado la receta compártela en tus redes sociales.
Hoy os explico el paso a paso para hacer esta receta básica que es ideal para cuidarse de una forma sana.
INGREDIENTES
140 gramos de Jengibre pelado
El Agua necesaria para cubrir el jengibre
250 gramos de Azúcar
300 gramos de Agua
PASO A PASO
Primero pelamos el jengibre y lo cortamos en rodajas finas, horizontales o verticales, aunque también se puede hacer jengibre confitado en bastoncitos, en dados pequeños o con la forma que se quiera obtener.
Después ponemos el jengibre en un cazo, lo cubrimos con agua y lo llevamos a ebullición. Una vez que haya hervido lo dejamos cocer a fuego lento durante una horaaproximadamente, hasta que el jengibre esté bien tierno.
A continuación, escurrimos el jengibre y empezamos a preparar el almíbar poniendo a fuego el azúcar y el agua, cuando el azúcar se haya disuelto incorpora el jengibre y deja cocer a fuego lento durante una hora con la cazuela casi tapada, dejando la tapa ligeramente desplazada.
Pasada esa hora, retiramos la tapa y continuamos cociendo durante una hora u hora y media, hasta que el almíbar que casi se haya secado el almíbar.
Retiramos el jengibre posándolo bien extendido sobre papel vegetal y lo dejamos enfriar. En el caso que al pasarlo el azúcar se cristalice como me ocurrió a mí procura romperlo lo antes posible o también puedes ponerlo en una bolsa y sacudirlo.
De forma opcional puedes rebozar el jengibre con azúcar y dejarlo secar destapado como estaba, es decir, bien extendido.
Puedes conservar el jengibre confitado en un tarro de cristal cerrado a temperatura ambiente y gracias al azúcar puedes conservarse hasta cuatro meses.
CONSEJOS
- Suavizar Sabor: En el que caso que quieras suavizar el sabor del jengibre por su intensidad, puedes cambiar el agua una o dos veces durante la hora que lo tenemos cociendo. Yo en mi caso no lo hecho para que mantenga su sabor.
- Azúcar: Si lo quieres aún más dulce puedes poner hasta 350 gramos.