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Rajado del tomate: Qué es y cómo evitarlo


tomates

El rajado del tomate, también conocido como “cracking del tomate” no es una enfermedad, sino que es una patología , la cual sucede por diversas razones. Consiste en la aparición de grietas en distintas zonas, las cuales al cerrarse o “curarse” quedan de color marrón, por lo que puede parecer que está enfermo. Realmente el tomate sigue bien por dentro, únicamente ha perdido mucho valor estético; por lo que es totalmente apto para el consumo.

Pero al tener este desperfecto no se suelen comercializar, por eso no los solemos encontrar en los establecimientos comerciales. O si los encontramos es con unas grietas muy leves apenas perceptibles.

Agrietamiento de tomate.

Podemos encontrar básicamente 3 tipos de rajado: uno son pequeñas grietas alrededor de todo el tomate, otro son las grietas concéntricas que se disponen alrededor de todo el fruto, como si fueran anillos que lo rodean; el último es quizás el más común, y son las grietas transversales, que aparecen de arriba a abajo del tomate.

¿Por qué pasa?

Este fenómeno se puede deber a numerosas causas, que en ocasiones pueden estar relacionadas entre ellas. Las más habituales son estas:

– Exceso de riego: El tomate es exigente el cuanto a los riegos. Debe ser regado con uniformidad y constancia. El riego en exceso hace que los tomates se hinchen más de lo normal, por lo que su piel se termina agrietando. Puede ocurrir que se nos olvide regar algún día y por ello otro lo queramos enmendarlo aumentando la cantidad de agua en el riego. Pero esto esta solución es aún peor, es recomendable seguir los riegos con normalidad.

– Exceso de nutrientes: Sobre todo suele ser de nitrógeno cuando el fruto ya ha cuajado. Esto es difícil de detectar pero se puede ver que la planta crece mucho y que produce pocos tomates.

– Diferencias de temperatura: Esta situación se suele dar en verano y más bien en zonas

periurbanas, donde por el día hace mucho calor y por la noche bajan un poco las temperaturas. Esto hace que el fruto durante las horas de calor se hinche un poco y en las horas de más fresco disminuya su volumen. Estos cambios continuados en su estructura provocan que se termine agrietando.

Cómo evitar el rajado del tomate

Controlar las temperaturas, es un poco complicado pero se puede conseguir. Si por el día hace mucho calor, lo óptimo es colocar una malla de sombreo en las plantas. Si se encuentran en invernadero, es conveniente abrir las ventanas para su ventilación. En el caso de que tengamos las tomateras en macetohuerto o en un invernadero se puede optar riego por nebulización que refrescará el ambiente. El problema que puede causar este último remedio es la aparición de hongos, pero podemos utilizar tratamientos ecológicos preventivos.

Se pueden utilizar variedades resistentes, éstas tienen la piel algo más gruesa de lo normal por lo que no tenderán a agrietarse con facilidad, en cambio quizás su calidad en cuanto a sabor y textura es algo más baja que la de un tomate normal. Podéis probar con los de la variedad de tipo pera.

Para que no haya un exceso de riego, se puede utilizar un sistema de riego por goteo. Si lo que tenemos es un macetohuerto, lo ideal es regar siempre con la misma cantidad de agua y no olvidarse de hacerlo. Otra opción para este tipo de huerto es utilizar un riego por goteo casero. Lo más recomendable es hacer los riegos a primera hora de la mañana o a última de la tarde, para que el agua no se evapore. También podemos poner un mulching, para que mantenga la humedad en la tierra, y no sean necesarios tantos riegos. Recordad que nunca se ha de encharcar el suelo o sustrato.

En cuanto al exceso de nutrientes, siempre es mejor prevenir y no hacer aportaciones innecesarias de abono. Por otro lado el calcio es uno de los componentes de la piel del tomate, por lo que se pueden hacer pequeñas aportaciones de vez en cuando y sin sobrepasarse, por ejemplo añadiendo cáscara de huevo triturada

Como habéis podido ver, si os pasa el rajado del tomate en vuestro huerto, no os alarméis, porque no es nada grave en realidad. Se puede evitar muy fácilmente e incluso los tomates que tengáis afectados, se pueden consumir sin problemas. Pero si decidís no consumirlos recordad que podéis añadirlos a la compostera.

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